Lo que todo cirujano debe saber…

Cuando estudiabas cirugía por primera vez en la universidad dedicabas mucho tiempo a practicar, seguramente tenías un cojín para ensayar tus técnicas de sutura y nudos. La realidad es que podrás poner en práctica todas esas habilidades una vez que demuestres tener los conocimientos que te llevarán a decidir intervenir quirúrgicamente a ese paciente, para eso necesitas estudiar cirugía.

Es normal que te cueste trabajo organizar todos los temas que incluye, por eso es importante que siempre empieces por estructurar tus temas de estudio por prioridad. En cualquier examen de medicina, el formato más común con el que te van a preguntar sobre cirugía es por medio de casos clínicos, es raro que se te pregunte una técnica quirúrgica específica o el nombre de una pinza, todo eso déjaselo a los residentes y adscritos en el quirófano. Lo que sí o sí te pedirán son las indicaciones y contraindicaciones de una colecistectomía y en qué casos cerrarías una herida por primera intención para lograr una mejor cicatrización. La forma que tiene la pinza de Babcock la puedes memorizar antes de entrar a tu residencia quirúrgica, no para el ENARM.

Te recomendamos que antes de empezar a contestar el simulador con casos variados y de diferentes especialidades revueltas, estudies cirugía dividido por especialidad. Nuestro manual de cirugía está estructurado de tal manera en que no dejarás pasar por alto ningún tema importante y una vez que lo memorices, tendrás muy presente las principales manifestaciones clínicas, indicaciones y contraindicaciones para todas las enfermedades que necesitan de un abordaje quirúrgico. Después de que hayas memorizado todo con una buena estructura de estudio, es tiempo de que contestes muchos casos clínicos y verás como los dominarás.

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No olvides que la medicina forma parte de un abordaje multidisciplinario para tu paciente, en el que todos tienen que participar y es importante que estén en sintonía. Es importante saber la mayor cantidad de datos posibles sobre las técnicas quirúrgicas de la especialidad que escogiste, pero  también es igual de importante que tengas una base sólida sobre cirugía en general y sobre las complicaciones a las que estarán expuestos tus pacientes. Seguramente durante tu etapa de rotaciones clínicas y en el internado te diste cuenta de que más de la mitad de los pacientes hospitalizados tienen más de un solo padecimiento y es importante que entiendas de lo que hablan los demás especialistas y que ellos te entiendan a ti.

¿Y si quiero ser internista?

También es importante que sepas sobre temas quirúrgicos durante tu residencia. No es necesario que memorices todo, pero tu mejor que nadie, sabe que los internistas a la fuerza tienen que saber un poco de todo, o mínimo tratar. La estructura que mencionamos es la mejor manera de que no se te escapen temas importantes como sepsis postquirúrgica, los valores de plaquetas para poder operar a un paciente con trombocitopenia o la profilaxis post quirúrgica de elección para un paciente con VIH. Ya que un paciente con padecimientos crónicos y tratables por internistas siempre está sujeto a tener una complicación que necesita de intervención quirúrgica y tú tendrás que trabajar en equipo con los cirujanos.