¿Por qué ser pediatra?

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19-nov

Una de las profesiones más nobles y de gran responsabilidad para la sociedad. Felicidades a todos lo pediatras y a los próximos a serlos por buscar la salud infantil.

Podrá sonar a cliché pero los niños en verdad son el futuro de la humanidad, en una sociedad en la que cada vez somos más viejos, pero a la vez cada vez hay más jóvenes, es importante que esta especialidad sea algo verdaderamente reconocido por el gran mérito que tiene. Recordemos que la niñez es una etapa de crecimiento, que pasa por diversas etapas desde el momento en que naces, hasta el momento en que te conviertes en un adulto. Queramos o no, todo empieza en la niñez, es a partir de la adultez cuando comienza a irse en declive.

Como todo en la medicina moderna, la pediatría siempre está en constante evolución y nunca dejará de hacerlo. La calidad de vida siempre está cambiando, lamentablemente puede que para peor, entonces la necesidad de preservar la vida infantil siempre será esencial. Los avances en la medicina infantil han permitido que la infancia ya no este caracterizada por enfermedades de corte infeccioso, hoy en día uno tiene que velar más por el bienestar psicológico. Los niños y las familias se adaptan cada vez más a las situaciones presentadas por las enfermedades.

Un pediatra funciona en ocasiones como psicólogo, él es quien tiene que hacer que el niño entienda la importancia de lo que está tomando y que es lo que tiene. Se crea una relación doctor – paciente que es esencial para llevar a cabo un trabajo satisfactorio. La confianza entre el doctor, el paciente y sus padres es una de las claves más importantes ha cumplir y es así que se crea una relación que puede llegar a durar generaciones.

El pediatra tiene que ser un maestro emocional, estamos hablando de alguien que trata con la etapa más delicada del ser humano. Hablamos de personas indefensas y sin vasto conocimiento o experiencia que dependen de ti para no sentir miedo al enfrentar una enfermedad. El miedo es latente en todos claro, pero los niños sufren más de esto porque se enfrentan a él por primera vez. Obviamente siempre existirán situaciones dolorosas, puede que inclusive sean peores con un niño que con un adulto, es tu trabajo evitar que esto pase. No siempre lo lograras, lo importante es saber reponerse de la pérdida de un paciente, recuerda que muchas personas dependen de ti. La sensibilidad es algo que cualquiera que se considere pediatra tiene que tener, al igual que el tacto.

Es importante notar que la pediatría no consiste solamente de aspectos muy generales sino de diversas unidades médicas, cada una de ellas varía en tiempo de estudio. Sea cual sea tu especialidad pediátrica, siempre todas tendrán algo en común, los niños.

Tu eres el encargado de mejorar y conservar una vida que se está desarrollando, en tus manos se encuentra la conservación del futuro de la humanidad.

El miedo es tu peor enemigo, ya que el miedo no solo en los niños si no en los padres es lo que puede llevar a que no logres hacer bien las cosas. Tanto los niños, como los padres tienen que entenderte perfectamente, esto claro está, con tacto, sensibilidad, comprensión y simpatía. Tienes que estar consciente de que has elegido ser parte de una de las profesiones más bonitas, gratificantes y satisfactorias de la medicina.